Camarillo vive un operativo masivo de ICE: Despliegue policial deja un saldo trágico
Una intensa operación liderada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. (ICE) en una granja de cannabis de Camarillo provocó caos y protestas, culminando en la muerte de un trabajador.
El suceso tuvo lugar el pasado jueves, cuando cientos de agentes de ICE se movilizaron hacia la granja Glass House, una de las mayores productoras de cannabis de California. Con más de 50 hectáreas de cultivo, la operación resultó en el arresto de aproximadamente 200 personas, estableciendo un récord sin precedentes en el estado. La magnitud del operativo generó una atmósfera de miedo entre los trabajadores agrícolas y sus familias.
Las acciones de los agentes comenzaron a las diez de la mañana y pronto se tornaron caóticas. Para dispersar a los inmigrantes, se utilizaron gases lacrimógenos, causando heridas a al menos 14 personas. Cuatro de los afectados fueron llevados de inmediato a hospitales, y el pánico se adueñó de la zona mientras los trabajadores intentaban escapar de la violencia. Un hombre, mientras intentaba huir, cayó de un invernadero y luego fue hospitalizado con lesiones críticas. Lamentablemente, se conoció el viernes que el trabajador había fallecido.
Las organizaciones defensoras de los derechos de los trabajadores agrícolas reaccionaron de inmediato, calificando la operación como "violenta y cruel". En un comunicado, el sindicato de trabajadores agrícolas lamentó la interrupción de la vida de miles de familias y la degradación de la seguridad alimentaria. "No se puede ignorar el impacto humano de estas acciones, que no solo afectan a los inmigrantes, sino también a los ciudadanos estadounidenses", afirmaron.
La situación recibió la atención del propio presidente Donald Trump, quien, en su red social, insistió en la necesidad de acciones más contundentes por parte de ICE. En su mensaje, describió cómo agentes de ICE fueron atacados con piedras durante el operativo y pidió a las fuerzas de orden que usaran todos los medios necesarios para protegerse. Trump expresó su apoyo a unas medidas más agresivas para combatir lo que él califica como una amenaza a la seguridad pública.
En medio del caos, Rodney Scott, jefe de la Patrulla Fronteriza, dio a conocer que se habían encontrado 10 menores indocumentados, ocho de ellos no acompañados. Esto ha suscitado una investigación en torno a la posible explotación de estos niños, y se ha añadido una capa aún más preocupante a la situación que enfrenta California, según el gobernador Gavin Newsom. En un mensaje desafiante a Trump, Newsom comentó sobre el sufrimiento de los niños que huían del gas lacrimógeno, mientras sus madres eran detenidas.
A medida que el operativo se alargaba, muchos ciudadanos se unieron a las protestas, convirtiendo la escena en un campo de enfrentamiento. Testigos relataron que incluso ciudadanos con documentación fueron arrestados, lo que intensificó las tensiones entre la comunidad y las autoridades. Los familiares de los trabajadores llegaron al lugar en busca de información sobre sus seres queridos, manifestando su angustia y frustración.
La situación alcanzó un punto crítico cuando, a pesar del cierre de la granja, miles de manifestantes se reunieron para expresar su descontento. Voces de la comunidad condenaron las acciones del gobierno federal, señalando que muchos de los arrestos se llevaron a cabo sin motivo justificado. Un profesor local fue detenido mientras intentaba ayudar a una persona anciana que también había sido empujada por los agentes.
La supervisora de la zona, Vianey López, destacó la gravedad del incidente y subrayó que el número de arrestos es difícil de determinar en medio de una agitación tan violenta. La comunidad de Camarillo se enfrenta ahora a una crisis de confianza entre los ciudadanos y las autoridades, mientras las familias buscan respuestas y justicia por lo ocurrido.
La sentencia de muerte de un trabajador y las imágenes de niños aterrorizados resonarán en la memoria colectiva, mientras el debate sobre la política migratoria en EE. UU. parece lejos de solucionarse. Con los disturbios aún recientes, la incertidumbre solo se intensifica sobre el futuro de miles de trabajadores que, como este hombre, llegan en busca de una vida mejor.