Tensión Internacional: Estados Unidos Amenaza con Tarifas a Países del BRICS Durante Cumbre en Río de Janeiro
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó una advertencia contundente el domingo, prometiendo imponer un arancel adicional del 10% a cualquier país que se alinee con las políticas del bloque emergente BRICS. Esta amenaza resuena en el contexto de la actual cumbre del grupo, que se desarrolla en Río de Janeiro, Brasil.
En una declaración conjunta emitida por BRICS, que incluye a potencias como Brasil, Rusia, India y China, se advirtió sobre los peligros del proteccionismo, sin mencionar de manera directa a Trump. El bloque, que representa el 40% del PIB mundial y acoge a más de 3,600 millones de personas, se mostró unánime en su crítica a las políticas arancelarias de la administración estadounidense. Horas después, Trump reiteró su postura de castigar a los países que opten por unirse al BRICS.
"Todos los países que se alinen con las políticas antiestadounidenses de BRICS estarán sujetos a un arancel del 10%. No haremos excepciones", anunció Trump a través de su red social, Truth Social. Sin embargo, el presidente no detalló a qué se refería exactamente con "políticas antiestadounidenses", lo que ha dejado a muchos en la comunidad internacional con incertidumbre.
El grupo BRICS fue fundado en 2009 y más recientemente se ha expandido con la inclusión de Sudáfrica, Egipto, Etiopía, Indonesia, Irán y Emiratos Árabes Unidos, y ha atraído la atención de otros 30 países interesados en unirse. Con su objetivo de transformar el sistema de gobernanza global, BRICS ha propuesto reformas significativas al Consejo de Seguridad de la ONU, así como alternativas al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Desde Pekín y Moscú, el mensaje ha sido claro: las declaraciones de Trump son rechazadas firmemente. El Ministerio de Relaciones Exteriores de China enfatizó que "el uso de tarifas no beneficia a nadie", mientras que el Kremlin subrayó que "la cooperación de BRICS nunca ha sido o será contra terceros países". Estas reacciones ponen de relieve el creciente descontento con las políticas comerciales de Estados Unidos y la búsqueda de una mayor autonomía económica entre los países emergentes.
A pesar de que los líderes de China y Rusia, Xi Jinping y Vladimir Putin, respectivamente, no asistieron a la cumbre, otros dignatarios, como el primer ministro de India, Narendra Modi, y el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, se reunieron en el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro. Estas conversaciones buscan reafirmar la importancia del bloque frente a las tensiones globales.
Durante su discurso inaugural, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva hizo una analogía entre BRICS y el movimiento de países no alineados de la Guerra Fría, enfatizando que la autonomía de las naciones en desarrollo está en riesgo. "Con el multilateralismo bajo ataque, es crucial que defendamos nuestra soberanía", declaró Lula, insistiendo en la necesidad de una gobernanza internacional que refleje la nueva realidad multipolar del siglo XXI.
Lula también subrayó la urgencia de abordar la ineficacia de las políticas internacionales y las guerras en Medio Oriente. Con bloques como el G-7 y el G-20 paralizados por divergencias, BRICS emerge como un baluarte de la diplomacia multilateral en un clima de creciente conflicto y guerra comercial.
La discusión sobre el cambio climático también fue relevante durante la cumbre, donde Brasil se prepara para organizar la Cumbre Climática de la ONU en noviembre. Lula utilizó la plataforma de BRICS para destacar la seriedad con la que los países en desarrollo abordan este tema, en contraposición a las políticas de Trump, que han debilitado las iniciativas climáticas de Estados Unidos.
Mientras el mundo observa, la tensión entre Estados Unidos y el bloque BRICS puede significar un cambio drástico en las dinámicas de poder global. La respuesta a la amenaza de Trump no solo afecta el comercio internacional, sino que también revela el creciente desafío a la hegemonía estadounidense en un mundo que, más que nunca, se siente inclinado hacia una gobernanza multipolar.