El Observatorio Educativo cuestionó la compra de las “sillas de oro” en el Congreso Nacional, las cuales tienen un valor de G. 5.700.000 cada una, equivalente al costo de 32 pupitres escolares. Ante las crecientes necesidades en educación, esta situación “genera una indignación ciudadana que cuestiona las decisiones políticas y las prioridades de este gobierno”, aseguró el organismo.
Este cálculo se hizo teniendo como referencia la licitación N° 433036 de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas, en la cual el costo unitario de un pupitre fue de G. 170.000, explica la publicación del Observatorio en su cuenta de Instagram.
Presupuesto total representa más 7.000 pupitres escolares
Además, el organismo también analizó el presupuesto total que se utilizó, para que senadores y diputados estén “cómodos”, cuyo monto asciende a G. 1.266.999.851, lo que representa más de 7.000 pupitres escolares.
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Indignación ciudadana
El Observatorio Educativo ha expresado su preocupación por la compra de las denominadas “sillas de oro” en el Congreso Nacional, que tienen un costo de G. 5.700.000 cada una, lo que equivale al precio de 32 pupitres escolares. En un momento en que las necesidades educativas son cada vez mayores, esta situación ha generado un malestar entre la ciudadanía, que cuestiona las decisiones políticas y las prioridades del gobierno actual, según lo afirmado por el organismo.
El cálculo se realizó tomando como referencia la licitación N° 433036 de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas, en la que el costo unitario de un pupitre fue de G. 170.000, según se explicó en una publicación del Observatorio en su cuenta de Instagram.
Además, el organismo también analizó el presupuesto total utilizado para proporcionar comodidad a senadores y diputados, que asciende a G. 1.266.999.851, equivalente a más de 7.000 pupitres escolares.
La compra de estas sillas y su elevado costo ha provocado indignación en la población, que cuestiona que se destine una cantidad tan significativa de recursos a objetos suntuarios en lugar de priorizar la inversión en la educación, que es una necesidad fundamental para el desarrollo del país.
En conclusión, el gasto realizado en estas sillas de oro ha generado un gran malestar en la ciudadanía, que ve cómo se destinan grandes sumas de dinero a artículos de lujo en lugar de atender las urgentes necesidades en materia educativa. Este hecho ha reavivado el debate sobre las decisiones políticas y el manejo de los recursos públicos, lo que refleja la preocupación de la sociedad en cuanto a las prioridades del gobierno.