En las elecciones de Brandeburgo, el SPD ganó con el 31% frente al 30% de AfD, evitando así un doloroso revés. La victoria de los socialdemócratas es crucial para mantener la estabilidad en Alemania y para el futuro de la coalición liderada por Scholz. El poder de AfD en el este de Alemania ha provocado un terremoto político a nivel nacional, poniendo en juego el liderazgo de Scholz y la futura dirección del país. Se destaca la importancia del efecto Woidke en la victoria del SPD en Brandeburgo, donde el presidente socialdemócrata ha logrado mantenerse en el poder gracias a su popularidad y a los buenos resultados económicos de la región. La participación electoral aumentó en estas elecciones, y la victoria de los socialdemócratas es un respiro para el partido en un momento de baja popularidad y de crisis interna. Los resultados electorales muestran un cambio de tendencia en el panorama político alemán, con los Verdes en crisis y el ascenso de partidos de izquierda y de la extrema derecha. La inmigración y las leyes de asilo han sido temas centrales en la campaña electoral de Brandeburgo, reflejando las preocupaciones de la sociedad alemana y las tensiones políticas en torno a este tema. El gobierno de Scholz ha respondido con medidas más restrictivas en materia de deportaciones y control migratorio, lo que ha generado controversia y ha puesto en entredicho la libre circulación en la UE.