– Sí, porque si uno mira desde el punto de vista de la conveniencia, indudablemente uno no va a hacer ese tipo de discursos. Lo que dije es nada más que la verdad. Dije que “yacaré pechoichá iky’a hikuai”, “carcelero barajaicha iky’a hikuai”. Es la voz que expresa la impotencia de la gente contra estos miembros de la comisión que se llama pomposamente “comisión investigadora” que no es otra cosa que una “comisión garrote”. Llega efectivamente en un momento de hastío, de disgusto. Me sale del alma, del corazón… En la calle nos preguntan: “¿Qué está pasando que están todos en silencio, o ustedes también ya se alinearon al orden imperante?” Entonces, le queremos demostrar al pueblo que no estamos con estas bravuconadas y antojos de un sector político que impone en forma de ley sus caprichos, sus delirios y sus fantasías. Nos oponemos firmemente y estamos en condiciones de enfrentar a estos que nos llevan a una involución de la democracia.
– (Dionisio) Amarilla (senador cartista exPLRA)…
– Lo llamativo es que amenazan con usar el Poder Judicial para caerles con todo a los que se niegan a comparecer ante ellos…
– ¿Cuál sería la finalidad de la provocación?
– Una de las excusas del oficialismo es cobrarse por aquella campaña “ANR nunca más” que atribuyen a financiamiento de ONG en manos de la oposición…
– ¿Cómo define la situación del Partido Colorado, ahora que como nunca en la democracia tiene mayoría absoluta en todo?
– ¿Cuál es su percepción del Gobierno de Santiago Peña?
– ¿Cuál es?
– Y primero, no se puede comprender ni entender como llegó ahí, segundo, no se puede creer que esté ahí; tercero, se sabe que no subió solito ahí, cuarto, no debe estar ahí y, quinto, no veremos nada útil mientras esté ahí, y lo más sensato para él y para todos es ayudarlo a bajar.
– ¿Esa aparente debilidad es la que impulsa a los oficialistas a copar las instituciones y atropellar inclusive a las que están en manos de la sociedad civil?
– Cuando se abusa del ejercicio del poder, se deslegitima absolutamente lo que fue legítimo en origen. Le cito dos atropellos que desnudan el autoritarismo que quieren imponer: la expulsión de una senadora que fue votada por más de 100 mil electores, Kattya González (exsenadora PEN), y la imputación del ex presidente Mario Abdo y exmiembros de su gabinete por dos fiscales (Aldo Cantero y Giovanni Grisetti) que recibieron instrucciones del abogado (Pedro Ovelar) del expresidente Horacio Cartes, evidenciado en las filtraciones de los mensajes y audios que se intercambiaron y se hicieron público. Con todo, el Jurado de Enjuiciamiento los absuelve pero el juicio contra el expresidente Abdo continúa. Entonces, ¿cuál es la conclusión?, que las instituciones están siendo copadas en forma impune y no pasa nada.
– ¿Por qué ir contra las organizaciones civiles?
– Yo creo que ellos tienen un derrotero, una hoja de ruta bien estructurada, bien diseñada. El siguiente paso, como ocurre en los Gobiernos autoritarios es llegar a la prensa. El objetivo es claro pero no pueden hacerlo todo de una vez. Así comenzó Daniel Ortega en Nicaragua, así empezó Hugo Chávez (Venezuela) y le siguió Nicolás Maduro. Lo hizo (Rafael) Correa en su momento en Ecuador. Es preocupante que en nuestro país el Presidente no da muestras al pueblo de tener iniciativa propia.
– No cree que se anime a vetar la “ley garrote”…
– Ya dijo el senador (Basilio) Núñez (titular del Senado y portavoz del cartismo) que se va a promulgar. ¿Por qué él sabe y cómo sabe? ¿Por qué tiene esa certeza de que se va a promulgar? Porque en algún el centro de poder, del que es miembro, ya se habrá decidido y por eso tiene tanta seguridad.
– Y entonces, ¿cuál es la estrategia para enfrentar esto?
– No hay otra que aprovechar la libertad que todavía tenemos para denunciar los excesos hasta que la ciudadanía dimensione los riesgos. Tenemos que advertir las consecuencias de estos actos de autoritarismo que se vienen cometiendo desde el primer día de gobierno. Hay que organizarse para enfrentarlos. No va a ser la primera vez que la ciudadanía haga frente a un proyecto antidemocrático que se basa en la división de la oposición y la compra de funcionales, entregados y transfugantes. En el 2017 le costó la vida a Rodrigo Quintana (joven dirigente liberal asesinado el 1 de abril de 2017 en un atraco policial a la sede del PLRA durante el gobierno de Horacio Cartes) y fue cuando Mario Abdo, en nombre de la ANR hizo escuchar su voz.
– Mientras tengan vigencia las libertades públicas es difícil que se imponga el autoritarismo…
– No crea. Siempre están probando, tanteando, avanzando. Nada de lo que está ocurriendo es producto del azar o de la casualidad. Es una hoja de ruta bien trazada como le dije.
– ¿Cómo les va a encontrar a los colorados las elecciones municipales? La puja se presenta fuerte con el cartismo…
– Estamos tratando de reestructurar el movimiento. No podemos negar que ha habido fugas importantes en los que enarbolamos el movimiento Añetete, liderado por Mario Abdo Benítez. Se apoderaron hasta de nuestros discursos. Ingresaron a través de nuestro movimiento pero en menos de dos meses más del 80% tanto en el Senado como en Diputados se han fugado. Pero por experiencia sabemos que a la hora de la decisión electoral, el pueblo expresa su disconformidad en las urnas. Eso es exactamente lo que ocurrirá en la próxima elección. El pueblo no tolera la traición, detesta a los vendidos. Entonces, no importa cuántos quedamos hoy. Estamos seguros, no tenemos duda que la disidencia encabezará inclusive el proyecto para el 2028. Tenemos los mejores perfiles en quienes el electorado va a confiar.
– ¿Usted está a favor de la idea de aglutinar a toda la oposición?
– A mí me preocupa más en este momento los desaciertos que va acumulando el Gobierno, un desgaste que está hipotecando el futuro del partido. Creo más que nunca que los colorados tenemos que aferrarnos a nuestros principios, a nuestra bandera, la bandera del obrerismo, del agrarismo, el tradicionalismo, el republicanismo que parece que no entiende el presidente Peña al promover por ejemplo una aparente flexibilización del Código Laboral, un desvarío. Las conquistas laborales que se consolidan ya no se cambian. Han costado lágrimas, sudor, exilio, persecuciones. Tenemos hombres muy valiosos en nuestra historia partidaria que lucharon denodadamente por esa conquistas: Blas Garay, Ignacio A. Pane, Ricardo Brugada, Telémaco Silvera. Está Antolín Irala, Jerónimo Irala, Adriano Irala… Ellos han luchado por los derechos laborales en nombre del partido Colorado. No es posible que hoy nos mostremos sumisos ante este desvarío.
– ¿Cuál es su profesión?
– Yo soy abogado. Estudié también en la Facultad de Filosofía. Actualmente estoy haciendo un diplomado en Derecho Electoral en la Escuela Judicial…
– Pero usted ya es veterano…
– Tengo 65 años pero sigo estudiando. Estoy haciendo también una maestría en Ciencias Jurídicas. Mi meta es terminar el doctorado. No importa que llegue dentro de 10 años. Aparte me dedico a la ganadería en mi pequeña finca de Piribebuy, que todos conocen.