Hechos

La suerte del Anexo C del Tratado es un misterio, pese a los 51 años

“El Paraguay y el Brasil acordaron ayer la trascendental determinación de iniciar la construcción de la central hidroeléctrica Itaipú -la mayor del mundo- que permitirá el aprovechamiento energético del enorme recurso natural contenido en el Salto del Guairá y en la parte jurisdiccional del río Paraná, abriendo y avizorando el futuro…”.

Añade el material que “el tratado pertinente fue suscrito ayer, al mediodía, en la ciudad de Brasilia por los cancilleres de ambos países, doctores Raúl Sapena Pastor y Mario Gibson Barbosa, en una histórica ceremonia que contó con la asistencia de los presidentes Alfredo Stroessner y Emilio Garrastazú Médici”.

En el arranque de la noticia, el colega que la redactó, apuntaba también que: “Aunque se decía que en los primeros años, el Paraguay no recibirá fondos por su venta de excedente al Brasil en compensación por la amortización de su cuantioso aporte de capital para la obra, se estima que nuestro país, en un futuro no lejano, podrá beneficiarse con ingresos calculados en más de 173 millones de dólares anuales por la comercialización de su excedente, lo que da cabal idea la excepcional importancia económica de la represa de Itaipú …”.

El escrito, precursor sin dudas, en pocas líneas demostraba que las dictaduras responsables del Tratado, al menos a los periodistas paraguayos, no entregaron el texto del de Tratado antes de que lo firmasen los cancilleres o, si lo hicieron, fue apenas algunas horas antes del acto.

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